Por Clara Bouquet
«El resoplón», así se llamaba la actual «recena» de muchas bodas. Un término que sólo conocen los que están más entrados en años, así que nos quedaremos con el nombre de «recena», ya que así lo conoce la mayoría de la gente. Pero, ¿qué es exactamente la recena? Es un sencillo tentempié que se sirve cuando los invitados llevan ya varias horas bailando y les viene bien una pequeña parada para reponer fuerzas y seguir con «la marcha»… o no… porque si no se hace bien, puede suponer el fin de la fiesta.
Para que esto no ocurra, os dejo algunos consejitos para la recena:
- No es obligatorio hacerla, aunque sí es cierto que cada vez la hacen más parejas. Por eso, en primer lugar debéis decidir si queréis hacerla o no.
- Otro aspecto importante es la hora a la sacaréis la recena. Si la boda ha sido de noche, debéis dejar, al menos, tres horas desde la cena hasta la recena. Si el convite ha sido a la hora de comer, debe pasar aún algo más de tiempo.
- La recena sirve para reponer fuerzas, no para cenar por segunda vez. No debe ser demasiado copiosa porque en caso contrario a los invitados «les dará el bajón» y la fiesta terminará con la recena y no es eso lo que queréis, ¿no?
- Por esto mismo, os aconsejo que la recena no sea sentada. Si los invitados se sientan, se marcharán al terminar la recena. Es mejor que sea ofrecida por camareros con bandejas entre los invitados o poner un pequeño buffet al que se acerquen los invitados cuando lo deseen.
- Respecto al contenido, ya hemos dicho que no es bueno que sea demasiado copioso… pero tampoco frugal. En el restaurante os sabrán aconsejar a la perfección. Hay multitud de platos que se pueden ofrecer, incluyendo platos típicos de la zona. Una combinación de platos dulces y salados será ideal para satisfacer el gusto de todos los invitados. Sí es aconsejable que siga en la línea iniciada con el banquete.
Nosotros hemos organizado recenas de todo tipo, desde más sofisticadas a más típicas como estos huevos revueltos con chistorra y jamón, porque lo que más nos piden nuestras parejas son recenas típicas manchegas o barbacoas, completadas con dulces como Fondeu de chocolate o frutas. Todo es a gusto de los novios.
Si seguís estos pequeños consejos, la recena será un éxito y, sobre todo, esa pequeña parada para recuperar fuerzas, no el final de la boda. Lo ideal es que os dejéis asesorar por los responsables de los salones, pensad que ellos ya llevan muchas recenas ;-).