Para Laura y Antonio, viajar no es una afición, es su forma de estar en el mundo. Cada destino ha marcado su historia y su boda no podía ser diferente. En Los Chopos, celebraron el inicio de su mejor aventura. Descubre cómo fue su gran día.
De Elche a Tarazona, con escala en Marrakech: el viaje hasta el altar
A veces, el destino está escrito antes de darnos cuenta. Laura y Antonio no imaginaron que sus caminos se cruzarían en Elche, pero lo hicieron en la Universidad, cuando Antonio llegó desde Tarazona para estudiar un máster.
Desde el primer momento hubo una chispa entre ellos, aunque al principio solo quedaron como amigos. Con el tiempo, aquellas conversaciones se hicieron más largas, las excusas para verse más frecuentes y pronto entendieron que lo suyo iba en serio.
A finales de 2019 ya eran inseparables y, cuando pocos meses después el mundo se paró, ellos supieron que lo que habían construido era sólido. La pandemia fue su prueba de fuego y la pasaron juntos.
Pero el momento que marcaría un antes y un después llegó en diciembre de 2022, en plena Navidad. En mitad del desierto de Marrakech, bajo un cielo inmenso y rodeados de dunas, Antonio le pidió a Laura que iniciaran juntos el mayor de sus viajes. Y ella dijo que sí.



Última llamada: la preboda en Villalgordo del Júcar
La víspera de la boda, Laura y Antonio reunieron a sus amigos más cercanos en el complejo 4 Pinos, en Villalgordo del Júcar.
En dos casas con piscina, disfrutaron de una noche distendida entre picoteo, brindis y conversaciones que se alargaron hasta la madrugada.
Fue el punto de partida perfecto antes de su gran día.


Equipaje de boda: lo esencial para empezar este viaje
Cada viaje requiere una maleta bien preparada, y el gran día de Laura y Antonio no fue la excepción.
Desde el primer momento, ambos tuvieron claro qué era imprescindible para sentirse ellos mismos en su boda.
Laura no encontró su vestido, lo creó. Partió de la falda de un vestido de su prima Asun, quien además es su madrina, y confió en una modista de Elche para diseñar la parte superior.
Esta decisión no solo le permitió sentirse cómoda y guapa, sino que hizo que su vestido tuviera un significado especial.
Completó su look con unos zapatos de Mía & Rock, pendientes de Jose Luis Joyerías y una liga que le regaló su tía Paloma.





En cuanto al peinado, apostó por un estilo natural gracias a Peluquería Rosa de Tarazona. Y para el maquillaje no tuvo dudas: su amiga Pilar, en quien confía plenamente, fue la encargada.
El ramo y la decoración floral corrieron a cargo de Floristería Isa de Tarazona, que supo plasmar exactamente lo que Laura imaginaba, acompañándola en cada paso del proceso.




Antonio: estilo con carácter y detalles que cuentan
Antonio tenía claro que en su gran día no iba a dejar de ser él mismo. Eligió un traje de Don Félix, con camisa y corbata, y unos zapatos que también compró en la misma tienda.



Pero lo que realmente hizo suyo el look fueron los pequeños detalles: unos gemelos, regalo de su tía Masi, el reloj que le regaló su mejor amigo José Ángel y su peinado con trenzas, hecho en Peluquería Vero de Tarazona.




Los Chopos, el lugar donde todo encajó
Laura y Antonio no tardaron en encontrar su lugar. Antonio ya había estado en Los Chopos y lo tenía claro desde el principio: era allí donde quería casarse.
Para Laura, que lo conocía, pero no había ido mucho, fue suficiente con una visita para entender por qué. El entorno, el trato y la facilidad con la que todo encajaba hicieron que el espacio no se les fuera de la cabeza.



La ceremonia estuvo llena de momentos que hablaban de ellos, de su historia y de las personas que los acompañaron.
Si alguien podía guiar este momento, era José Ángel, el mejor amigo de Antonio, casi un hermano para él.
No solo lo conoce como pocos, sino que, años atrás, Antonio también había sido su maestro de ceremonias. Esta vez, los papeles se invertían.
Después de muchas dudas sobre la música, Laura y Antonio eligieron una canción que representara su camino hasta allí. Antonio entró con Lift Me Up, de Rihanna. Y Laura lo hizo con una versión instrumental de Lover, de Taylor Swift.









Las lecturas fueron uno de los momentos más emotivos. Mientras sus amigos y familiares hablaban, Laura y Antonio solo escuchaban el murmullo de fondo de quienes no podían contener las lágrimas.
Por parte de Laura, tomaron la palabra su mejor amiga Andrea, María, otra de sus amigas de siempre, y su prima Asun, que se dejó llevar por la emoción e improvisó unas palabras inolvidables.
Antonio contó con la intervención de sus amigos de la carrera, Xavi y Quique, pero el momento más inesperado lo protagonizó su hermana María.
Con solo 20 años y siendo muy vergonzosa, sorprendió a todos al dedicarle unas palabras a los novios que no estaban en el guion.






Más allá de las palabras, hubo gestos que lo dijeron todo
Laura y Antonio quisieron que su ceremonia hablara de ellos, de su historia y de las personas que han sido parte de ella, incluso de aquellas que ya no estaban.
Uno de los momentos más emotivos llegó con el ritual de los globos. Como homenaje a quienes no podían estar allí, escribieron sus nombres y los dejaron volar hacia el cielo, mientras veían como los globos se perdían entre las nubes.
Un instante sencillo, pero lleno de significado.


El simbolismo continuó con el ritual del árbol, una idea que les dio José Ángel, su maestro de ceremonias.
Laura y Antonio querían un gesto que representara lo que significa compartir la vida juntos y qué mejor que plantar un árbol, algo vivo, que crece y cambia con el tiempo, igual que el amor.
Hoy, ese árbol sigue en su casa, enorme y lleno de vida, como el compromiso que asumieron aquel día.Para cerrar la ceremonia, intercambiaron unas alianzas diseñadas en Amano Joyas. Cada una llevaba grabado un hemisferio, porque su pasión por viajar es parte de lo que los define.






Pasajeros a bordo: así empezó la fiesta
Después de una ceremonia llena de emociones, llegaba el momento de relajarse y disfrutar.
El cóctel fue la primera parada de esta celebración y los invitados no tardaron en confirmar que Laura y Antonio habían hecho una gran elección.
Todos disfrutaron sabores originales con clásicos irresistibles: brochetas de salmón y pistacho, vasitos de yogur con foie, pinchos de chistorra y patata, pan bao y una mesa de hummus…
¡Sin olvidar el jamón recién cortado y la mesa de cócteles! El ambiente era perfecto, con camareros atentos a cada detalle y una energía que anticipaba lo que estaba por venir.





Cuando llegó el momento de entrar al salón, los invitados encontraron su sitio en un seating plan muy especial.
Cada mesa llevaba el nombre de un lugar que Laura y Antonio habían visitado juntos, y en los meseros había fotos de ellos en esos destinos.
No era solo un plan de mesas, era un mapa de recuerdos.
Los amigos más cercanos tuvieron un detalle especial: las amigas de Laura recibieron joyeros personalizados y los amigos de Antonio, neceseres con sus nombres grabados.
Además, para asegurarse de que la fiesta no decayera, eligieron capitanes de mesa encargados de animar el ambiente.








La entrada de los novios fue todo un espectáculo. Como guiño a su pasión por los viajes, una cuña estilo azafata de avión anunció la “última llamada” antes de que los novios entraran al salón.
Las canciones que marcaron su infancia y sus artistas favoritos se mezclaron hasta desembocar en “Be My Lover” de David Guetta, dando paso a una entrada cargada de energía.


Un menú pensado para saborear cada momento
Del menú los novios no quisieron perderse ni un bocado. Disfrutaron primero de unos centros de mesa con mariscos, carrillera para compartir, calabacín relleno de bacalao y sorbetes.
Y como plato principal, una pluma ibérica que conquistó a todos.



Sorpresas, regalos y una tarta con billete directo a la fiesta
Laura y Antonio no solo quisieron celebrar su boda, sino también agradecer a quienes siempre han estado a su lado.
A la abuela de Antonio, que ha sido como una madre para él, le entregaron un corte de tronco de madera con una foto tallada de ella junto a su esposo.
Las madres de los novios recibieron un colgante grabado con “Te quiero, mamá” y un cuadro con una réplica del ramo de Laura, con una frase personalizada y la fecha de la boda.
Al padre de Antonio le sorprendieron con un funko personalizado y un cuadro de él junto a su mujer y los novios.





Los hermanos también tuvieron su momento. A Sergio, el hermano de Laura, los novios le regalaron un reloj y una ilustración de toda su familia. Y a la hermana de Antonio, un fin de semana en Port Aventura.
El último regalo fue para José Ángel, su maestro de ceremonias y amigo inseparable, que se llevó una jarra de cerveza serigrafiada y entradas para un torneo de tenis en Madrid.



Momentos que se llevan para siempre
Pero Laura y Antonio no fueron los únicos en sorprender. Sus amigos también les tenían preparado algo.
Los amigos de Antonio, que es monologuista, prepararon una performance con camisetas de su logo y le regalaron un fin de semana en un spa.
Sus compañeras de trabajo le sorprendieron con una escapada de fin de semana en un hotel.
Y las amigas de Laura, siguiendo la tradición, cortaron la liga de la novia.






Para los invitados, los novios prepararon detalles que reflejaban su pasión por los viajes: un imán de nevera y un abridor con forma de avión.
En la mesa de los niños, no faltaron juegos de mesa para entretenerlos durante la cena. Y como recuerdo, recibieron un estuche de colores enrollable, al más puro estilo Indiana Jones.
Y aún quedaba un último momento especial: la tarta de La Suiza, inspirada en su pasión por viajar, llegó con Tú sí sabes quererme de Natalia Lafourcade de fondo.





Última parada: baile, fuegos artificiales y un photocall para dar la vuelta al mundo
Laura y Antonio habían preparado cada momento de su boda, pero si hubo algo en lo que pusieron especial empeño fue en su primer baile como marido y mujer.
Aunque son de baile libre, querían que fuera especial. El resultado fue un baile romántico y natural al ritmo de “Sintiéndonos”, de Vanesa Martín, con el que inauguraron una pista que no se vació hasta el final.





Cuando los invitados pensaban que ya lo habían visto todo, el cielo de Los Chopos se iluminó con una sorpresa inesperada: fuegos artificiales de Elche en mitad del baile.
Un detalle que hizo aún más mágico el momento y dejó a todos sin palabras.
Cada instante del gran día de Laura y Antonio quedó inmortalizado gracias a Antonio Rodríguez Menargues, de Karui Studio, fotógrafo y amigo de Antonio.
Antonio no solo entendió la esencia de la boda, sino que supo capturarla en cada imagen.


Luces, música y una pista que nunca se vació
Pero la fiesta no acababa ahí. Los invitados pudieron disfrutar de una mesa dulce y un sinfín de actividades que mantenían la energía en alto: una mesa con tatuajes, purpurina, pulseras fluorescentes, tubos de luz… ¡Y hasta juegos de retos con chupitos para los más atrevidos!
El photocall fue otra de las paradas obligatorias de la noche. Bajo el lema “Vamos a dar la vuelta al mundo”, el arco de la ceremonia se transformó en un rincón iluminado donde los invitados pudieron capturar los mejores recuerdos.







Y cuando la madrugada avanzaba, la recena apareció en el momento justo. Pasteles de Tarazona de Confitería La Gracia y miguelitos pusieron el broche final a una fiesta en la que no faltó de nada.
Laura y Antonio disfrutaron cada instante, compartieron con sus invitados y hubieran alargado la noche sin dudarlo. Unieron a personas que quizás no volverán a coincidir, pero que esa noche compartieron algo irrepetible.
Porque, como ellos mismos dicen, todo lo que podía salir bien, salió bien.







Un viaje de novios con destino perfecto
Tras la boda, Laura y Antonio pusieron rumbo a Kenia y Zanzíbar. La agencia Ve, Vive y Viaja, en Alicante, estuvo pendiente de cada detalle, asegurándose de que todo saliera a la perfección.
Así cerraban un capítulo inolvidable, pero con la certeza de que el viaje más importante era el que acababan de empezar juntos.
Desde Los Chopos, solo nos resta daros las gracias por dejarnos ser parte de vuestro viaje.
Os deseamos una vida llena de nuevos destinos y momentos igual de memorables.
Y a ti, si has leído hasta aquí, y ahora mismo estás preparando tu boda, quizás la de Laura y Antonio te haya dado nuevas ideas.
Aquí tienes el resumen de los colaboradores de su boda, por si quieres una ayuda extra.
Lugar de Celebración: Los Chopos (@LosChopos_)
Fotografía: Karui Studio (@karuistudio)
Zapatos de la novia: Mía & Rock (@miarockzapaterias)
Pendientes de la novia: Jose Luis Joyerías (@joseluisjoyerias)
Traje del novio: Don Félix (@donfelix_moda)
Alianzas: Amano Joyas (@amano.joyas)
Ramo de la novia: Floristería Isa (@floristeriaisa)
Viaje de novios: Ve, vive y viaje (@veviveviaja)