Cuando una pareja como Raquel y Jacobo se unen, es posible hacer cualquier cosa que se proponen. Y su boda fue una prueba más de ese amor que todo lo puede. ¡Descubre todos los detalles de su historia!
Un nuevo camino lleno de ilusión
Raquel y Jacobo se conocieron en 2011. Por aquel entonces, la pareja trabajaba en una conocida cadena de comida rápida, pero aunque se hicieron amigos, no empezaron a salir hasta un tiempo después.
Su relación comenzó a distancia, mientras él trabajaba en Madrid y ella, en Albacete.
En 2020, la pareja comenzó a vivir en Alicante, donde Jacobo estaba destinado como Guardia Civil. Aún no sabían cómo la vida les cambiaría en tan poco tiempo.
En diciembre de 2020, Jacobo sufrió un accidente en bicicleta que los tuvo durante todo un año viviendo prácticamente en el hospital.
Raquel y Jacobo no se separaron ni un minuto y su amor se hizo todavía más fuerte. Por lo que tenían claro que, en cuanto pudieran, querían dar el gran paso de casarse.
Sin esperarlo, Jacobo hizo los preparativos y le pidió matrimonio a Raquel en un restaurante italiano de Valencia.
Como Raquel misma dice: “Después de once años, ¡ya nos tocaba!”
La vida y el amor, ¡hay que celebrarlo!
Desde el mismo día en que Raquel dio el sí, la pareja comenzó con los preparativos de lo que querían que fuera un día para recordar.
Ellos mismos se encargaron de toda la organización, porque querían una boda muy personal. ¡Y vaya si lo consiguieron!
Para el día más importante de su vida, Raquel eligió un vestido con escote en V espectacular, de Sedka Novias. Lo vio en su web y, aunque en la tienda se probó algún otro, lo suyo con el vestido fue amor a primera vista.
Además, se rodeó de sus mejores aliadas para ponerle el broche de oro a su atuendo, las personas que mejor la conocen.
Su hermana, Estefanía, fue quien la peinó y su prima, Lorena, se encargó del maquillaje.
Raquel lució los pendientes que su madre llevo en su boda y la alianza de bodas de su abuela. El toque de color lo puso en sus uñas y sus zapatos rojos, que cambió por unas sandalias para el baile.
El ramo de novia, al igual que la decoración floral de la ceremonia, estuvo a cargo de La Antigua Rosa. Raquel quedó prendida de su ramo, ya que fue una creación especial que ella misma pidió, y fue exactamente lo que había imaginado.
Jacobo estrenó un traje a medida hecho en Sastrería Militar Oliver, de Vallecas, y unos zapatos especiales de Palacios, en Albacete.
Después de la ceremonia, Jacobo se sacó la chaqueta y disfrutó del resto de la celebración con una camisa estilo Mao y unos gemelos con el emblema de la Guardia Civil.
Además, Jacobo vistió el regalo de sus compañeros, un reloj de la marca Aviador.
Ceremonia religiosa en Los Chopos
Sí, Raquel y Jacobo consiguieron lo que nadie había logrado antes: celebrar una ceremonia religiosa en Los Chopos.
La tradición dice que la boda hay que celebrarla en lugar sagrado, por eso los novios tuvieron que casarse previamente.
Aun así, el día de la celebración, el párroco Fidel, amigo de la familia, ofició una ceremonia exactamente igual a la que hubieran celebrado en una iglesia, pero en un escenario muy distinto: los jardines de Los Chopos.
En este punto, las sorpresas no habían hecho más que comenzar…
Muy pocos esperaban lo que iba a ocurrir. Jacobo entró caminando, acompañado de su madre, sin la silla de ruedas.
De fondo, Simón, su amigo de la infancia y violinista profesional, tocó una composición de la banda sonora de Gladiator.
La entrada de Raquel también fue especial. Simón tocó para ella la canción de Perfect, de Ed Sheeran.
Pero Simón no fue la única persona que puso notas a esta melodía, Chema, fue profesor de saxofón de Jacobo cuando era pequeño, y también regalo momentos de los más emotivos con su música a la pareja.
Después de la ceremonia, Simón y Chema tocaron juntos la canción Viva la vida de Coldplay. Mientras, la pareja de recién casados recorrió el pasillo de sables que los compañeros de Jacobo, militares de la Armada y del ejército de Tierra, hicieron para ellos.
Y cuando ya no pensaban que se pudiera pedir nada más…
Aún quedaba fiesta para rato
Al final del pasillo, Raquel nunca se imaginó ver a su prima, Lorena, quien dedicó un par de canciones a los novios. Fue su primera presentación en público, lo que emocionó muchísimo a la pareja.
Estuvo acompañada por Mauricio Leiva, guitarrista. Y de forma espontánea, también por el profesor de baile y una compañera de Raquel, que se animaron a bailar por sevillanas.
Durante el cóctel, los invitados disfrutaron de lo lindo con la mesa de jamón al corte y la de helados, que sorprendió a todos.
El sabor preferido de la mayoría fue el de queso, ¡aunque todos los sabores son originales!
Además, para la ocasión, se adaptó prácticamente todo el menú para que algunos de los invitados pudieran disfrutar como los demás.
Conocíamos Los Chopos de antes, porque el hermano de Raquel se casó allí. Sabíamos que no íbamos a fallar, que todo saldría perfecto, pero de verdad superó nuestras expectativas.
Era momento de empezar con la fiesta y en toda una declaración de intenciones, los novios hicieron su entrada al salón, acompañados por la canción Costa del Silencio, de Mago de Oz.
¡Había llegado el momento de pasarlo en grande!
Un regalo para todos
La boda de Raquel y Jacobo fue como un regalo para muchos de sus invitados, también para ellos que pudieron compartir con sus seres queridos esta nueva etapa que comienzan.
Por eso, esta pareja increíble de novios se preocupó hasta del más mínimo detalle…
Para las mesas, Raquel preparó unas tarjetas a mano, donde además del nombre de cada invitado, escribió unas palabras especiales en el reverso, para agradecer a todos su asistencia.
En el salón, el menú acaparó todo el protagonismo y es que los novios eligieron algunos de los platos estrella de la casa. Paletilla de cordero y de postre, torrija. ¡Así no hay quien falle!
Pero no fue el único detalle que sorprendió… Desde el principio, los novios quisieron que todo en su boda tuviera un significado, por eso, optaron por regalos personales y solidarios.
Jacobo hizo un vídeo a sus compañeros de la Guardia Civil, que fueron quienes le salvaron la vida el día de su accidente.
A sus padres y hermanos, les regalaron unos lienzos con fotografías que ellos mismos prepararon.
Para los invitados, se decantaron por unas bolsas del pan para las mujeres, de la Asociación Desarrollo Autismo de Albacete. Cada bolsa estaba decorada con dibujos hechos por los usuarios de la asociación.
Y para los hombres, unos tarjeteros de la Asociación AFANION, también de Albacete.
Pero ellos también recibieron regalos que les sacaron una sonrisa… ¡Y alguna lagrimita!
Los hermanos de Jacobo les regalaron un cuadro pintado a mano con monumentos emblemáticos de Albacete y de San Clemente.
También un bote que ponía “Aquí tenéis la pasta”. Y sí, era justo un bote lleno de macarrones. Los novios tardaron una hora en sacar todo el dinero escondido dentro de los macarrones.
¿Y qué tal si salimos todos a bailar?
Raquel, la novia, baila desde que tenía 4 años. Y desde los 16, es miembro del grupo de baile, Ballet Al-Alba de Albacete, dirigido por Javier Pastor Dasí.
Por lo que el baile fue una de esas partes que estuvo presente, como la buena música en toda la celebración.
La sobrina de Raquel y su profesor de baile, ya les habían dejado con la boca abierta con dos bailes, que los novios no se esperaban, uno en el cóctel y otro en el restaurante.
Así que, ellos no podían ser menos…
Tocaba abrir la pista de baile y Raquel y Jacobo quisieron enviarle un mensaje a toda su gente: “Siempre es posible hacer todo lo que uno se propone”.
Por eso, junto con un profesor de baile, Marc Pons, prepararon un baile nupcial con la canción Todo contigo, de Álvaro de Luna.
Raquel también bailó con su grupo del Ballet Al-Alba y todos los invitados lo pasaron en grande.
Para Raquel y Jacobo solo tenemos palabras de cariño y agradecimiento, por dejarnos formar parte de su gran día. Y esperamos que pronto puedan hacer ese viaje que tienen pendiente a los fiordos noruegos, cuando Jacobo termine su rehabilitación.
¡Os lo merecéis, pareja!
Si has leído hasta aquí y ahora mismo estás preparando tu boda, quizás la de Raquel y Jacobo te haya dado nuevas ideas. Aquí tienes el resumen de los colaboradores de su boda, por si quieres una ayuda extra.
Lugar de Celebración: Los Chopos (@LosChopos_)
Fotografía: José Manuel Luján (@josemlujan)
Vestido de novia: Sedka novias (@sedka_novias)
Peluquería: Estefanía Morcillo (@estefaniamorcillopeluqueria)
Maquillaje: Lorena Martínez (@lorenamart30)
Ramo de novia: La Antigua Rosa (@la__antigua_rosa)
Traje del novio: Sastrería Militar Oliver (@sastreriamilitaroliver)
Guitarrista: Mauricio Leiva (@mauricioleivaguitar)
Profesor de baile: Marc Pons (@marc_ponslo)
Violín: Simón García (@simongarciaviolin)
Saxofón: Chema, profesor del novio (@chema.soy)
Párroco: Fidel Gómez (@fidelgleal)
Grupo de baile: Ballet Al-Alba (@balletalalba)
Ana Amelia Moreno