Qué ganas tenemos de estar con vosotros y de vivir los momentos únicos de cada fin de semana, Qué ganas de veros sonreír a nuestro lado y de sentir que lo que hacemos tiene como fin vuestra felicidad. Qué ganas de volver a ser felices y daros un abrazo a dos metros… Pero todavía tenemos que esperar un poco y conformarnos con cerrar los ojos y recordar dulces instantes que hemos vivido juntos. Y este sueño de melancolía nos traslada hoy a julio de 2018, cuando Jose y Cristi nos permitieron disfrutar de su felicidad en lo que sólo se puede llamar una boda de cine.
Jose y Cristi trajeron a Los Chopos lo mejor de Hollywood y por un día fueron ellos los protagonistas de la película con un grandísimo elenco de actores secundarios que fueron sus familiares y amigos. Una boda de cine con todas las letras que sólo podía comenzar con la alfombra roja y el photocall para que los invitados pudieran ponerse bajo los focos en tan insigne día.
Cruzada la puerta este inmenso rollo de película les indicaba dónde debían sentarse para disfrutar de la película. Lógicamente, cada mesa fue nombrada con un gran film acorde a la magnitud e importancia del evento.
Pero Jose y Cristi no quisieron que se quedara ahí la decoración de su gran día. El photocall era como la sala de vestuarios de la película… y el Buffet de Chuches un pequeño catering para que todos los actores pudieran picotear algo entre escena y escena.
Pero tampoco querían que sus invitados fueran meros secundarios. También deseaban que fueran protagonistas de la película, así que nada mejor que animarles a que dieran rienda suelta a su imaginación convirtiéndose en fotógrafos por un día.
Hasta tal punto convirtieron su boda en un plató de cine, que incluso los baños se convirtieron en auténticos camerinos para las estrellas.
Jose y Cristi vivieron una boda de cine y quisieron que todos sus invitados, también. Cuidando hasta el último detalle llenaron Los Chopos de la magia del Séptimo Arte. Un día inolvidable… para todos.