Sí, una boda festivalera es lo que vivimos en Los Chopos a finales de agosto. Y es que siguen llegando buenas noticias y continuamos recibiendo a amigos que desean darse el «Sí quiero» a pesar del COVID. Eso sí, os podemos asegurar que cumplimos extrictamente todas las medidas de higiene y seguridad que indican las autoridades. Tened siempre claro que vuestra salud (y la nuestra) es lo más importante. Con eso no vamos a jugar ni hoy, ni nunca.
Por eso, cumpliendo todas las normativas, es posible seguir recibiendo amigos como Jesús y Ana que, como os hemos dicho, celebraron una boda festivalera… ¡¡¡a tope!!!! Creo que ya os podéis imaginar por qué os digo que fue una boda festivalera. Efectivamente, se conocieron en un festival de música y quisieron que los festivales de música tuvieran especial protagonismo durante la ceremonia y posterior banquete. Y si no, mirad el Seating Plan y el nombre de las mesas…
Pero la música no dejó de ser protagonista en este punto. Ana quiso dar una sorpresa a Jesús de esas que no se olvidan nunca. Resulta que son unos grandes fans del grupo de música Siloé… Así que Ana vendó los ojos de Jesús, que se dejó guiar por el amor… Hasta que empezó a escuchar a Siloé ¡¡¡que actuó para ellos en directo!!! ¿No es, sencillamente, precioso?
Jesús y Ana pudieron bailar bajo la música en directo de uno de sus grupos favoritos. Es una nueva forma de celebrar las barras libres, ¿no os parece? Son muchos los motivos por los que Jesús y Ana nunca olvidarán ese día. Y no, no será por celebrar el evento bajo una pandemia mundial, ni porque ese día tocara para ellos uno de sus grupos favoritos. La razón es mucho más sencilla: aquel 28 de agosto de 2020 se unieron para siempre. Y eso es mucho más fuerte que cualquier otro motivo.
Por Clara Bouquet.